Dia 2/3-¡Noche en el hotel!

[Todas las predicciones meteorológicas aquí presentes son invenciones mías]
Tras un largo dia de viajes en autobús y museos, ceno en el hotel y después me voy a dormir.
Algo me despierta minutos después de dormirme, pero me doy cuenta que merece la pena:
Esta nevando, y las vistas son preciosas!

Día 2-¡Museo de la Música!

De museo en museo, ahora uno ambientado en los instrumentos musicales. ¡Me encanta la música! Hay de todo: guitarras, pianos, tambores... ¡hasta 650 instrumentos distintos!
La entrada vale 9€, pero merece la pena.

Día 2-¡Museo de los juguetes!

Y en Basel está el conocido(por los suizos) Museo de los Juguetes. Allí está la colección más grande de ositos de peluche del mundo, y por tanto, un lugar indispensable para visitar. En ese museo, los 2500 juguetes están expuestos y ambientados en distintos escenarios: escuelas, parques...
Por 6.5€, ¡asombroso! Podría estar allí horas...

Día 2-¡Basel!

Exactamente 38 minutos y 25 segundos después de salir de Frick, llego a Basel, o Basilea. Mi hotel, el Hotel Rheinfelderhof me espera, para dejar las maletas.
Basel es una bonita ciudad, con el río, las catedrales, las antiguas casas, el tranvía...

PD: El hotel vale 66€.

Dia 2-¡Viajes en autobús!

¿Y qué hago en esas horas de autobús? Mirar el paisaje, hacer fotos, leer libros suizos (Heidi), y sobretodo, el 75% del tiempo, y por tanto, mayoría absoluta: Dormir :) De Zurich a las cataratas, de allí vuelvo a Zurich, de Zurich a Frick... Por suerte, solo queda un viaje hoy, que es de Frick a Basel.

Dia 2-¡Frick!

Y ahora, ya con las maletas y despedido del hotel, me dirijo (en autobús) al pueblo donde nació mi madre: Frick. Tras 41 minutos de viaje, llego allí.
Un lugar tranquilo, con ambiente rural. Y lo más importante: ¡la comida que he probado en Frick está muy rica!
 

Dia 2-¡A las cataratas del río Rin!

Después de despertarme y desayunar en el hotel, cojo un autobús hacia las cataratas mas altas de Europa Central: Las cataratas del río Rin. (1 hora de autobús después) Allí, visito el paisaje en un barco turístico durante un rato. Desde el barco se escucha perfectamente la tranquilidad del agua, cayendo en la catarata.
Esos 9 euros han merecido la pena

Después de verlas, vuelvo a zurich para recoger las maletas e irme definitivamente de ese hotel.